¿Cómo combatir el oídio en la vid?
El oídio es un reto constante en la gestión de la producción vitivinícola. Un conocimiento profundo de esta enfermedad es crucial para anticiparse a los riesgos, proteger los rendimientos y optimizar las inversiones.
Este artículo explica cómo reconocer, prevenir y combatir el oídio.
¿Qué es el oídio?
El oídio es una enfermedad fúngica causada por el hongo "Uncinula" o "Erysiphe necator". Junto con el mildiu, es una de las principales enfermedades de la vid.
Los daños pueden ser considerables, provocando una importante disminución de los rendimientos y grandes pérdidas económicas para los viticultores.
¿Cómo reconocer el oídio en sus viñedos?
El oídio afecta a las hojas, los sarmientos jóvenes y, a veces, incluso a los racimos de uva.
- En los sarmientos jóvenes: el crecimiento se ralentiza, los entrenudos se acortan y las hojas se tensan. En las variedades de uva sensibles pueden aparecer fieltros blancos.
- En las hojas: aparecen manchas aceitosas en el haz y enegrecimiento de las nervaduras en el envés. Estas manchas van seguidas de un fieltrado grisáceo y polvoriento.
- En los racimos: Las uvas se cubren de polvo gris y los granos pueden romperse, dejando al descubierto las pepitas y permitiendo el desarrollo de la botritis. Los racimos huelen a moho.
¿Cuáles son las condiciones para el desarrollo del oídio en la vid?
En los viñedos, el desarrollo del oídio se ve favorecido por condiciones climáticas específicas, principalmente el calor y la humedad. Las condiciones óptimas para el desarrollo de esta enfermedad se sitúan entre 25°C y 30°C, y entre el 40% y el 100% de humedad relativa.
El viento también es un factor de desarrollo de la enfermedad, ya que permite la propagación de los conidios (esporas asexuales del hongo).
La presencia de agua abierta provocada por las fuertes lluvias frena el desarrollo del oídio.
¿Cómo prevenir el riesgo de oídio?
Prácticas agronómicas
Todo comienza con unas buenas prácticas agronómicas para prevenir la aparición o el desarrollo de la enfermedad, antes de tener que tratarla. He aquí algunos ejemplos:
- Medidas profilácticas para controlar el vigor de la vid: fertilización racional, pasto en las filas, trabajo en verde (recorte, deshojado, aclareo, desbotonado), poda.
- Aireación de los racimos para una mejor penetración de las pulverizaciones: espaldera y deshojado.
- Elección de una variedad de uva poco sensible al oídio.
- Gestión de la humedad: mantener una buena circulación del aire y evitar condiciones excesivamente húmedas puede ayudar a reducir el riesgo de infección por oídio.
- Inspección periódica del cultivo para la detección precoz de la enfermedad y la intervención temprana, a fin de limitar los daños causados.
- Eliminación rápida de las partes o plantas afectadas para evitar o ralentizar la propagación de la enfermedad.
El tiempo para anticiparse al oídio
Las condiciones meteorológicas desempeñan un papel fundamental en la propagación del oídio, y pueden variar de una parcela a otra. Por eso es esencial utilizar un servicio de información meteorológica lo más local posible, con previsiones lo más fiables y precisas posible. Con Sencrop, obtendrá :
- datos meteorológicos de precisión, registrados continuamente y accesibles a distancia, para un seguimiento en tiempo real (precipitaciones, humedad, viento, humedad, acumulaciones, etc.)
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Herramientas de ayuda a la toma de decisiones especializadas en oídio
Ya están disponibles herramientas de modelización de enfermedades que le ayudarán a combatir con mayor eficacia el riesgo de oídio. Le permiten identificar fácilmente las parcelas de riesgo y le aconsejan sobre la aplicación de los tratamientos.
Para ayudarle a gestionar el oídio en viticultura, existen varios SSD disponibles, como Agrigenio . Sus datos meteorológicos ultralocales alimentan estos SSD, dándole acceso a consejos agronómicos personalizados.
¿Cómo tratar el oídio?
Dado que los primeros síntomas no son muy visibles, el oídio se trata principalmente de forma preventiva, cuando se detectan condiciones meteorológicas favorables al desarrollo de la enfermedad. Si el tratamiento preventivo no es suficiente y la enfermedad se propaga en su parcela, debe actuar con rapidez. El periodo crucial para el tratamiento es el comprendido entre la fase de "botones florales separados" y la fase de "cierre del racimo".
Existen varias sustancias disponibles para tratar el oídio, cada una con su propio modo de acción específico. Entre ellas se encuentran el azufre (autorizado para la producción ecológica), la espiroxamina y la metrafenona.
También puede utilizar los SSD mencionados anteriormente para identificar fácilmente los riesgos de oídio y recibir recomendaciones sobre sus aplicaciones de tratamiento.
Conclusión
Es importante señalar que, sea cual sea el método de tratamiento utilizado, la gestión integrada de la enfermedad sigue siendo esencial para minimizar el impacto del oídio en la agricultura. Esto implica una combinación juiciosa de prácticas culturales, elecciones varietales y el uso de productos fitosanitarios, así como un seguimiento constante de sus vides para detectar cualquier aparición de la enfermedad en una fase temprana. Adoptando un enfoque proactivo y diversificado, los agricultores pueden proteger mejor sus viñedos contra el oídio y garantizar rendimientos sostenibles a largo plazo.
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