El mildiu es un reto constante en la gestión de cultivos agrícolas como el tomate, la vid y la patata. Conocer a fondo esta enfermedad es crucial para anticiparse a los riesgos, proteger los rendimientos y salvaguardar las inversiones.
Este artículo examina cómo reconocer, prevenir y combatir el mildiú.
El mildiu es una enfermedad causada por microorganismos llamados oomicetos, que se reproducen mediante esporas capaces de sobrevivir al invierno e infectar las plantas cuando las condiciones son favorables.
Los daños pueden ser considerables, provocando una importante disminución de los rendimientos y grandes pérdidas económicas para los agricultores.
Los síntomas visuales del mildiú velloso varían de un cultivo a otro, pero generalmente incluyen:
Reconocer a tiempo estas características es esencial para intervenir precozmente y evitar la propagación de la enfermedad.
Tizón tardío de la patata / Mildiu en la vid
El desarrollo del mildiú velloso se ve favorecido por unas condiciones climáticas específicas, principalmente el calor y la humedad. Los días tormentosos con alternancia de lluvia y calor son especialmente favorables para el desarrollo de esta enfermedad.
El ciclo del mildiu consta de dos fases: la infección primaria y la infección secundaria.
Los oomicetos del mildiu se almacenan en el suelo sobre restos de patata o tubérculos enfermos, que germinan y dan lugar a brotes contaminados. Estas esporas empiezan a germinar y a contaminar las primeras plantas en primavera. El periodo de incubación antes de que aparezcan los primeros síntomas dura entre 4 y 9 días, dependiendo de las condiciones de temperatura y humedad. A continuación, el viento (o la lluvia) dispersa las esporas de una planta a otra y de una parcela a otra.
El desarrollo de la enfermedad está entonces condicionado por las condiciones de humedad y temperatura. Una humedad superior al 90% y una temperatura media de entre 15°C y 25°C son favorables.
Como hemos visto antes, las condiciones meteorológicas desempeñan un papel clave en el ciclo del mildiu, incluso hasta unos pocos grados. Por eso es vital tener acceso a los datos meteorológicos más locales posibles y a previsiones fiables y precisas.
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El control del mildiu se realiza principalmente de forma preventiva, cuando se detectan condiciones climáticas favorables al desarrollo de la enfermedad. Si el tratamiento preventivo no es suficiente y la enfermedad se propaga en su parcela, debe actuar con rapidez.
Hay varias sustancias disponibles para tratar el mildiu, cada una con su propio modo de acción específico. En el viñedo, la principal sustancia utilizada es el cobre (por ejemplo, la mezcla bordelesa o el oxicloruro). Por eso es tan importante anticiparse y prevenir los riesgos. En el sector de la patata, hablamos de ametocradina, cimoxanil o zoxamida, por ejemplo. El cobre se utiliza para la gestión orgánica.
También se están probando otras soluciones alternativas, como el bicarbonato sódico.
Para gestionar su itinerario de tratamiento, puede consultar la información compartida por los institutos técnicos.
Utilice las ventanas de tratamiento de Sencrop para identificar el mejor momento para aplicar sus tratamientos. Las condiciones meteorológicas desempeñan un papel clave en la eficacia del producto aplicado.
Es importante señalar que, sea cual sea el método de tratamiento utilizado, la gestión integrada de la enfermedad sigue siendo esencial para minimizar el impacto del mildiú en la agricultura. Esto implica una combinación juiciosa de prácticas culturales, elección de variedades, uso de productos fitosanitarios y vigilancia constante de los cultivos para detectar cualquier brote de la enfermedad en una fase temprana. Adoptando un enfoque proactivo y diversificado, los agricultores pueden proteger mejor sus cultivos contra el mildiú y garantizar rendimientos sostenibles a largo plazo.
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