El riego en la agricultura es un tema con muchos retos. El cambio climático y el aumento de las temperaturas hacen que los cultivos necesiten cada vez más agua. Sin embargo, la presión sobre los recursos hídricos también está provocando restricciones en su uso. Por ello, cada vez es más necesario poder optimizar la gestión del riego, gracias a un seguimiento muy preciso de las necesidades hídricas del suelo.
De este modo se garantiza el correcto desarrollo de las plantas, limitando al mismo tiempo el consumo de agua y los costes.
Por eso, existen hoy en día diversas herramientas de medición que ayudan a los agricultores a conocer de forma óptima las necesidades de agua de sus cultivos y les permiten tomar las mejores decisiones en materia de riego.
Sensores de suelo o de superficie: cada técnica permite evaluar la disponibilidad de agua de su suelo de una manera diferente. Así que la elección es suya para definir la solución de medición más adecuada para su uso.
Tanto si se trata de sondas de suelo como de otros sensores, estas herramientas de medición le permitirán evaluar la disponibilidad de agua de su suelo. En el contexto de la gestión del riego en la agricultura se utilizan principalmente 2 tipos de instrumentos:
Tanto si quiere determinar las necesidades de agua de su suelo en función de su cultivo, activar el riego automático en el momento adecuado, evitar un déficit hídrico, llevar sus cultivos al límite del estrés hídrico (en viticultura) o lanzar el último riego de la temporada, estos dispositivos le serán de gran ayuda.
Las sondas capacitivas son dispositivos que miden la humedad del suelo basándose en la reacción de éste cuando se emite un campo eléctrico. Por lo tanto, es posible medir la cantidad de agua suministrada por la lluvia que realmente penetra en las raíces, pero también la evapotranspiración real.
Existen dos tipos de sondas capacitivas :
Las sondas capacitivas tienen sensores (electrodos) dispuestos uno debajo de otro, normalmente cada 10 cm. Para cada corte de suelo de 10 cm, un algoritmo convierte la medición electrónica en un porcentaje de humedad, en función de la composición del suelo. Por ello, estas sondas se ajustan con gran precisión, de modo que se puede calcular con exactitud la humedad del suelo en las distintas profundidades de la sonda.
La sonda capacitiva Soilcrop mide la humedad y la temperatura del suelo a 10, 20, 40 y 60 cm.
La herramienta está conectada a un sistema de transmisión a distancia que producirá un gráfico. Mostrará la evolución de la humedad del suelo entre la capacidad de campo (suelo totalmente saturado de agua) y el fondo de la reserva fácilmente utilizable (URS) del suelo, que identifica cuándo la planta está bajo estrés hídrico.
La instalación requiere una barrena (manual o eléctrica). Debe asegurarse de que no se formen bolsas de aire en el suelo para garantizar la fiabilidad de las mediciones. También se necesita información sobre la composición del suelo para establecer los parámetros de los cálculos.
Una evaluación inicial de las condiciones específicas del lugar es esencial para conocer la composición del suelo en el lugar donde se va a instalar la sonda. Si su suelo es muy heterogéneo, se recomienda instalar varias sondas en la parcela o instalarla en un lugar representativo de esta heterogeneidad. La profundidad de la sonda dependerá del tipo de cultivo y de su enraizamiento.
⚠️ Si se instalan en la línea de paso del tractor, deben retirarse en cada paso de la maquinaria agrícola antes de volver a instalarse. Durante estas fases, se produce una pérdida de datos.
Las sondas tensiométricas permiten cuantificar la fuerza que deben ejercer las raíces de las plantas para extraer agua del suelo (medida expresada en centibares). Estos dispositivos miden el potencial de agua de la matriz (kPa).
El agua fluye a través de una vela porosa y se convierte en un contacto eléctrico. El sensor situado en el extremo de la sonda reacciona a las diferentes tensiones del agua en el suelo. Estas variaciones eléctricas se transmiten a continuación a una caja lectora que traduce esta afluencia eléctrica en tensión.
Cuanto mayor sea el valor tensiométrico, más fuerza necesitarán las raíces para extraer agua y mayor será el riesgo de estrés hídrico. Así, existen muchas parrillas para tomar nota de los valores a partir de los cuales es aconsejable regar, publicadas por organismos oficiales.
El manejo de este tipo de sonda y su interpretación son bastante complejos y a menudo requieren de formación.
La instalación es similar a la de la sonda capacitiva. Las sondas deben colocarse en distintos lugares de la parcela, en función de la profundidad de enraizamiento de los cultivos. Los ajustes deben ser muy finos, pero le proporcionarán una medición rápida. Por ello, es aconsejable ir acompañado en la instalación y el seguimiento de estas sondas, para evitar imprecisiones en la medición.
⚠️ Es importante señalar que, al igual que con la sonda capacitiva, estas sondas deben retirarse cada vez que pase la maquinaria agrícola, antes de volver a instalarse. Durante estas fases, se produce una pérdida de datos.
En los últimos años han surgido nuevas herramientas innovadoras para ayudarle a gestionar el riego: los piranómetros (o sensores de irradiación). ¿La principal ventaja? Su facilidad de instalación y su relación calidad/precio.
Es un instrumento que convierte la radiación solar (o irradiancia) que recibe en una señal eléctrica. Esta radiación solar es la base para calcular la PTE y el balance hídrico: dos herramientas esenciales para el riego óptimo de sus cultivos. Por tanto, esta medición debe ser absolutamente precisa para que el cálculo sea fiable.
La herramienta mide la irradiación solar con gran precisión. Por tanto, carece de las mediciones de viento, temperatura y humedad para obtener la evapotranspiración real y establecer el balance hídrico.
Desde la aplicación vinculada a la herramienta, controle la cantidad de agua que se pierde (en milímetros) a través de la evapotranspiración, y el agua que entra a través de la lluvia y el riego (también en milímetros). Añadiendo las variables del tipo de suelo y del cultivo, se obtiene una visualización simplificada de la ETP y del balance hídrico.
Esta solución sólo requiere una instalación en el corazón de sus parcelas. Para medir correctamente la radiación solar, hay que tener cuidado de que no interfieran las sombras. Por eso es necesario orientarlo hacia el sur.
Sondas de suelo o sensores de profundidad: ambos tipos de soluciones generarán balances hídricos que le permitirán adaptar su suministro de agua de forma considerada. El balance hídrico es un método sencillo para controlar la reserva de agua disponible en el suelo en tiempo real. Se basa en los datos granulométricos de su suelo y en las necesidades del cultivo a lo largo de la temporada. De este modo, se toman las mejores decisiones para regar en el momento adecuado.
Sea cual sea la solución que elija, la instalación será de suma importancia para garantizar una lectura precisa. El tipo de sensor que elija dependerá de la dificultad de la instalación, del número de cultivos que necesite controlar, de su presupuesto, del método de lectura/transmisión de los datos y del método de medición en el que más confíe (todos ellos de eficacia probada).
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