En el corazón de toda explotación agrícola, el tiempo desempeña un papel fundamental. Determina el curso de sus días, influyendo en todos los aspectos de su trabajo, desde la preparación del campo hasta la cosecha. Cada nube, cada ráfaga de viento y cada gota de lluvia desempeñan un papel crucial en el éxito de sus cultivos. Pero, ¿cómo elaboran las previsiones meteorológicas que guían sus acciones?
Observación y recogida de datos
Cuando se trata de predecir el tiempo, es esencial disponer de mediciones precisas de las condiciones meteorológicas actuales. Para ello, diversos instrumentos de medición recogen datos de forma continua.
Estaciones meteorológicas: Estas instalaciones miden continuamente información sobre la temperatura, la presión atmosférica, la humedad y el viento, proporcionando una visión general de las condiciones meteorológicas locales y regionales.
Satélites: Orbitan alrededor de la Tierra y captan imágenes y datos sobre nubes, temperaturas, vientos y otras características.
Radar: vigila las precipitaciones y las nubes en tiempo real enviando ondas de radio que rebotan en las partículas de agua de la atmósfera, proporcionando información sobre la intensidad y el movimiento de las precipitaciones. En la aplicación Sencrop, puede seguir el movimiento de las precipitaciones mediante una representación visual de estos datos procedentes de los radares de lluvia.
Globos sonda: están equipados con sensores meteorológicos y se lanzan a la atmósfera para proporcionar información sobre las condiciones atmosféricas a diferentes altitudes.
Sensores a bordo: Actualmente, también se instalan sensores a bordo de aviones o barcos para recoger datos en tiempo real.
Es importante aumentar la densidad de las observaciones, en particular instalando más estaciones meteorológicas. En efecto, para ofrecer buenas previsiones meteorológicas, necesitamos poder acceder a los datos meteorológicos actuales desde cualquier lugar del mundo. Por ejemplo, para prever el tiempo que hará en Bretaña la semana que viene, necesito saber qué tiempo hace actualmente en Nueva York, Melbourne o Moscú, por ejemplo. Todo interactúa.
Modelización de las previsiones
Las previsiones meteorológicas dependen de lo que se conoce como "modelos meteorológicos". Estos modelos transforman los datos recogidos de diversas fuentes en predicciones detalladas de las condiciones meteorológicas futuras. Se trata de superordenadores que simulan y anticipan los complejos movimientos de la atmósfera combinando física, matemáticas e informática. Todo se simula y se predice: las temperaturas, la fuerza del viento, la densidad de las nubes, la intensidad de las precipitaciones, etc. Detrás de un modelo meteorológico se esconden miles de cálculos, miles de cifras y ecuaciones para elaborar una previsión meteorológica lo más fiable posible.
Hoy en día existen muchos modelos meteorológicos. Fue en la década de 1980 cuando vieron la luz los primeros modelos meteorológicos, de la mano de la aparición de la informática. Hoy en día, el modelo meteorológico más conocido es sin duda el GFS, un modelo estadounidense. En Francia, Arome y Arpege han sido desarrollados por Météo France y se utilizan para elaborar previsiones precisas y detalladas a corto plazo.
Cada modelo tiene sus ventajas y sus limitaciones. Su fiabilidad puede variar de una región a otra, de un país a otro o incluso de una medición a otra. Aunque los modelos numéricos han progresado enormemente, no son infalibles. Cuanto más largo es el horizonte de previsión, mayores son las incertidumbres debidas a la complejidad de la atmósfera y a la sensibilidad a las condiciones iniciales.
Las previsiones meteorológicas en la vida cotidiana de los agricultores
Las previsiones meteorológicas están en el centro de la vida cotidiana de los agricultores, influyen en su toma de decisiones y les ayudan a optimizar sus recursos, gestionar mejor los riesgos y hacer frente al cambio climático.
Toma de decisiones: Las previsiones meteorológicas permiten a los agricultores planificar acertadamente sus distintas operaciones agrícolas: cuándo plantar, tratar o regar, por ejemplo.
Optimización de los recursos: Cuando se trata de pulverizar pesticidas, por ejemplo, las previsiones meteorológicas pueden utilizarse para determinar el momento óptimo para pulverizar, en las dosis adecuadas. Así se evita la deriva del producto y la posible necesidad de aplicaciones adicionales.
Gestión de riesgos: los agricultores están expuestos a muchos riesgos meteorológicos, como tormentas y heladas. Las previsiones meteorológicas sirven para ayudarles a gestionar estos riesgos. Al anticipar el riesgo de heladas, puede activar su sistema de control de heladas en el momento adecuado para proteger sus cultivos de la forma más eficaz posible, limitando al mismo tiempo el coste.
¡Prueba las novedades de Sencrop!
Crea tu perfil y aprovecha una prueba gratuita y sin compromiso para descubrir la nueva experiencia meteorológica de Sencrop.
Dos veces al mes, noticias sobre el clima agrícola, la tecnología agrícola y las innovaciones de Sencrop para informarte y ayudarte a tomar mejores decisiones todos los días. ¡Suscríbete ahora! 👇