Nuestros expertos hablan de ello: Irricrop, una solución innovadora para el riego
Los grandes retos del riego
Una de las principales consecuencias del cambio climático son los episodios extremos y prolongados de sequía y calor que se traducen, entre otras, con un aumento de la evapotranspiración. Esto conduce a balances hídricos cada vez más negativos durante periodos prolongados, debido a sequías más largas e intensas.
El hecho que el 20% de las tierras cultivadas hoy en día sean de regadío, o incluso el 80% en algunas regiones hacen del riego un pilar fundamental desde el punto de vista medioambiental, económico y social que puede contribuir a satisfacer la demanda mundial de alimentos.
Melissa Comellas, Ingeniero Agrónomo, Sencrop | Bruno Boissenin, Responsable I+Desarrollo, Sencrop
Una solución completa para la gestión del riego
Los principales factores climáticos que influyen en la evapotranspiración (ETP) son: la radiación solar, la humedad relativa, la presión de vapor, la temperatura y la velocidad del viento. Sencrop ofrece ahora una solución llave en mano para el control del riego. El pack Irricrop, compuesto por tres estaciones:
- La primera: El pluviómetro conectado Raincrop, que mide las precipitaciones, la temperatura y la humedad.
- El segundo: El anemómetro conectado Windcrop que mide la dirección del viento, rachas y velocidad media del viento.
- El tercer y último producto: El piranómetro Solarcrop, que mide la radiación solar, y la energía recibida por la parcela.
Con este paquete, podemos calcular la evapotranspiración = evaporación del suelo + transpiración de las plantas, que nos permite modelizar la reserva útil de agua en el suelo gracias a la introducción de parámetros fundamentales como la textura y el coeficiente de cultivo y la evapotranspiración le quitamos la lluvia eficaz y obtenemos la cantidad de agua del suelo.
Estas estaciones también le permiten conocer el balance hídrico de su suelo, es decir, cuánto entra en el suelo y cuánto sale. En los insumos, contamos las precipitaciones (recogidas por el Raincrop) y los aportes de agua a través del riego, proporcionados por el agricultor. En la salida tenemos las pérdidas por evaporación del agua del suelo y la transpiración de la planta, que son materializadas por la ETP. Una vez conocidos estos parámetros, es posible calcular con precisión la evolución de las reservas de agua del suelo.
Una solución sencilla para el riego
Hoy en día ya existen soluciones para el control del riego. Por lo general, se trata de soluciones compuestas por sensores colocados directamente en el suelo. Pueden ser sensores capacitivos o tensiométricos. Sin embargo, estas soluciones pueden ser a veces complejas de instalar y costosas. En Sencrop hemos optado por una modelización del nivel de agua del suelo de forma diferente, incluyendo la medición de la radiación solar.
Al instalar una sonda, hay que tener en cuenta que se necesita un determinado tipo de material, en primer lugar una barrena, para poder hacer un agujero donde se colocará la sonda, y luego todos los materiales necesarios para la extracción y el análisis de la tierra recogida. Con el pack Irricrop, lo único que hay que hacer es instalar este sensor directamente en el mástil del Windcrop, lo que simplifica de forma notable la instalación.
Las sondas de suelo requieren una calibración especial dependiendo del lugar donde se coloquen, a diferencia del Pack Irricrop, que ofrece varios balances hídricos que puede distribuirse según el tipo de suelo o las diferentes parcelas.
Del mismo modo que la superficie foliar, las raíces se desarrollan a lo largo del ciclo, ese parámetro también lo incluimos en nuestro modelo. Además, podrás personalizar datos como la textura, la granulometría, la porosidad, o incluso el porcentaje de materia orgánica de un suelo, para así conocer la capacidad de almacenamiento de agua del suelo. Hoy en la aplicación Sencrop, hay dos maneras de personalizar un tipo de suelo: primero, introduciendo manualmente cada uno de los parámetros, la otra, eligiendo entre 12 tipos de suelo, como franco arenoso, franco arcilloso, etc. para obtener porcentajes preestablecidos y así poder crear el balance hídrico.