El año 2022 comienza de la peor manera posible para la Península Ibérica, que sufre una temprana falta de agua. Ante la falta de lluvias, se han tomado medidas de emergencia.

La lluvia ha desaparecido casi por completo. El año 2022 ha comenzado con una notable falta de lluvias en la Península Ibérica. Según las previsiones portuguesas y españolas, enero se considera el segundo mes más seco desde el año 2000. Una preocupante sequía invernal calificada de "excepcional por su intensidad, extensión y duración" por Ricardo Deus, climatólogo del Instituto Portugués del Mar y la Atmósfera (IPMA). Según los datos meteorológicos de Sencrop, la falta de lluvias es visible en muchas partes de ambos países del sur de Europa. Algunas estaciones no registraron ninguna lluvia entre el 1 y el 31 de enero...

Una falta de agua visible desde hace varios meses

En España, entre el 1 de octubre de 2021 y el 8 de febrero sólo llovió una media de 192 mm en el país. Esta cifra está muy por debajo del valor "normal" de 312 mm, según los datos hidrológicos de la AEMET, el organismo español de previsión meteorológica. Andalucía, las islas de Lanzarote y Fuerteventura se ven especialmente afectadas, con precipitaciones que "no llegan al 25% de la media de este periodo". Sin embargo, más al norte la situación es mucho mejor, sobre todo cerca de los Pirineos, que hacen de frontera entre Francia y España. Lo mismo ocurre cerca del océano, donde las lluvias se han dejado ver más a menudo.

Los agricultores se enfrentan a la amenaza de una sequía temprana y duradera

En Portugal, señal de la gravedad de la situación, se han detenido varias presas hidroeléctricas. Se trata de una decisión de excepción, dado que el 30% del consumo energético del país es hidroeléctrico. Las autoridades indican que esta decisión se ha tomado para "preservar los volúmenes necesarios para el suministro público". Por su parte, el Ministro de Agricultura español ha expresado su "preocupación", ya que a principios de año la hierba no crece en algunos prados por falta de agua. Por lo tanto, se espera una lluvia generosa y duradera en las próximas semanas para invertir una tendencia muy sombría. La disponibilidad de agua en momentos de germinación o brotación es esencial para asegurar la supervivencia de los cultivos, sin embargo, se espera que esta temporada marcada por un clima relativamente árido tenga consecuencias sobre los rendimientos de esta campaña. Los agricultores están de nuevo en primera línea.